He leído este libro hace ya varias semanas pero por falta de tiempo no había dejado por escrito mi opinión. Hubo una frase al inicio del mismo que me llamó la atención y que compartí en mis redes sociales. A raíz de esa frase una amiga me dijo "uff tuve que dejar de leerlo" y me dejó fría porque en ese momento yo estaba enganchadísima.
Como sabéis esta es la segunda parte de El día que se perdió la cordura el cual está reseñado en entradas anteriores. Fue un libro que devoré, que me apasionó y que recomendé muchísimo.
Bien pues no es el caso, las segundas partes (en ocasiones) nunca fueron buenas y ha sido lo que ha sucedido con esta segunda parte. Al principio como he dicho me pareció interesantísimo, y estaba enganchada al máximo, al igual que me sucedió con el primero pero según avanzaba la trama me iba desinflando, previsible, mal escrito, con un millón de erratas e incongruencias...En definitiva, lo terminé a regañadientes y por ver qué terminaba de suceder pero malo, no, lo siguiente. No lo recomiendo para nada, me quedaba solamente con la primera parte.
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