Este curso está siendo especial para mí porque de nuevo he vuelto a sentir la pasión por la enseñanza y el entusiasmo y gracias en una gran parte a ellos, vuelvo a estar motivada.
En la primera evaluación hemos llevado a cabo una actividad que denominé La ruta de las letras. La idea no ha sido original mía, pero sí la manera de llevarla a cabo y la temporalización.
La actividad consiste en que los alumnos sean capaces de encontrar las faltas de ortografía que existen a nuestro alrededor de forma constante y que la inmortalicen a través de sus teléfonos móviles. Posteriormente a través de la aplicación Drive, de la que he creado un almacenamiento, he ido recopilando todos sus ejemplos. Pero no queda ahí la cosa porque los alumnos tenían que especificar el lugar donde habían encontrado el cartel y mandarme la corrección.
La finalidad no era otra que la de que los alumnos se fijasen en general en la vida, en los errores que cometemos diariamente, que sean capaces de corregirlos (para eso se están formando) y ¡cómo no! el uso responsable de las TIC, puesto que además de tener que utilizar sus teléfonos han tenido que ser capaces de saber adjuntar fotos o realizar un power point.
A continuación alguna muestra de ello: