En esta ocasión en el curso para la igualdad, se nos pide que hagamos una reflexión sobre este artículo de El País, respondiendo a las siguientes cuestiones:
- ¿Crees que la pobreza menstrual afecta al fracaso escolar?
A día de hoy y habiendo trabajado en varios centros, no he oído nunca que se diese esta situación. Con ello no quiero decir que no suceda, sino que yo como docente, jamás he visto algo así y tampoco lo he escuchado en ninguno de los centros educativos en los que he impartido clase.
Supongo que en centros con un alto índice de alumnos en situación de pobreza y/o marginalización, sí será frecuente, no tengo datos para ello.
- ¿Qué tabúes te has encontrado en clase al hablar de salud menstrual? Si no lo has tratado nunca, ¿puedes reflexionar acerca del motivo?
Lo que sucede cuando se habla de salud menstrual es que al alumnado, le da vergüenza hablar de ello. También es cierto que he notado que en los últimos años, las alumnas se han empoderado y sienten menos vergüenza que en mi época como alumna.
Hoy, sin ir más lejos, he encontrado a una alumna a la puerta de la clase a la que le había venido el periodo y se había manchado la ropa, no ha tenido ningún problema en decírmelo (yo no le doy clase, no tendría por qué haber confianza) y juntas hemos solucionado el problema.
Afortunadamente, las cosas van cambiando con el tiempo, o eso pienso yo. Pero hay mucho camino por recorrer, ciertamente.
- ¿Se ofrecen en tu centro productos de higiene menstrual en algún caso?
Sí, en el centro se les ofrece ayuda con los productos de higiene menstrual. Incluso he llegado a ver productos que regalan algunas marcas conocidas, en el cajón de la mesa del profesorado.
- ¿Por qué crees que ha habido una regulación del precio de mascarillas para la COVID-19 y no de productos de higiene femenina?
En el tema de las mascarillas está claro, es un producto de uso común, hombres y mujeres y se ha hecho mucho hincapié en ello, también a través de los medios de comunicación.
En los productos de higiene íntima no, solo afecta a las mujeres y, además, creo que estamos tan acostumbradas a que esto sea así que tampoco hemos hecho 'tanto ruido' como con el tema de las mascarillas.
Tampoco se nos ha apoyado nunca en ese aspecto.
Queda mucho trabajo por hacer.